viernes, 10 de diciembre de 2010

Cafeína





La excusa era el punto de partida. Viaje por tierras ignotas y el lienzo inmaculado. Diáfana tenía la mente que se le había escapado por la fontanela. Martillo, caracol y resonancia.
En el zócalo cuneiforme, un callejón íntimo para otras dimensiones. Tan evidente y disimulado a la vez.

Coches circulaban lejos y se oía el color azulado de sus faros. Habían pasado años sin que nadie desafiara interpretar el enunciado de la hipótesis, simplemente por la leyenda que se había forjado expresamente con una mezcla de berilio y zinc.
La caravana de hormigas se detenía exactamente en el desvío. En apariencia todo encajaba, sin embargo en los pasillos se cultivaban voces amortiguadas por gruesas alfombras. Ya no era un secreto que El Problema estaba a punto de resolverse.
De eso hace ya mucha cafeína. Tanta que la capacidad de explicarme parece teñida de blanco - sí,  te lo aseguro, la cafeína al contrario de lo que se suele imaginar no es marronosa ni tiene ese brillo dorado de una infusión de arabica.
En alguna doblez del tiempo, se habían perdido los resultados. Las alfombras yacían raídas, amontonados al final del corredor, todos vociferaban de y con alguien. La forja había perdido su toxicidad y no había ni trazo de desvío en la autopista.
Si miramos en dirección oeste, podremos contar catorce a partir de este punto que le indico, luego, tres hacia abajo, ahí quizá encontremos lo que buscamos.




10 comentarios:

I. Robledo dijo...

Paseando por la imagen tuve que saludar a ocho hormigas... No vi mas... Si me crucé con manos, dorsos y abejorros, pero supongo que eso no cuenta...

Un abrazo, Gárgola

Verónica E. Díaz M. dijo...

Me pierdo, me salvo, me hundo, me busco, me encuentro en la cafeína, conozco su estructura casi como a mi misma.

Abrazos
Vero

Anónimo dijo...

Un estropicio. De tanto en tanto, cuando escribe poesía, pasa con un aprobado justo, pero el texto anterior - incatalogable, lo podía haber olvidado en un cajón. Siento por la crudeza del comentario, pero debería ser más selectiva con lo que publica.
Un saludo

Gárgola dijo...

Bueno... Normalmente no contesto los comentarios que amablemente me dejáis. Pero como ya tenía la intención de preguntarle a Antiqva, ¿dónde por dios has visto 8 hormigas??? Porqué por más que me esfuerce, y con toda la cafeína del mundo ¡solo logro ver 7!!!! ¡Gracias Amigo!

Anónimo/a: Aunque el simple hecho de no dejar tu nombre ya me quite un poco las ganas de decirte algo, sí, te quiero agradecer 'la cruda sinceridad'. En cuanto al texto, pues no te creas que lo haya publicado a la ligera. Es un experimento, que visto la falta de comentarios, ha tenido poco éxito. Asimismo, quiero tener la libertad de publicar lo que me dé la gana y también de exponerme a las posibles críticas, no soy masoquista pero prefiero provocar la crítica feroz que el silencio indiferente. Si no fuera así, seguro que no sacaría nada de mis cajones. Me gusta la palabra estropicio ;), me la guardo para utilizarla en un futuro próximo.

Angeles dijo...

Visto lo visto, es decir, lo que los bienaventurados críticos dicen, bienaventurados, sinceros y gente de gran corazón, (Tanto, que para que no sintamos envidia de lo buenos que son y lo bien que escriben, no dejan sus datos) tengo que reconocer, que soy un estropicio con patas, es decir, a mí, me gusta el texto, (Ya sé que soy rarita, si, muy rarita) pero no puedo evitarlo, no debí de recibir una educación adecuada, vamos, que debió de ser una educación de aprobado justito.
Por otra parte, no sabía, que esto de los blogs estaba sujeto a normas estrictas de estilo, que se tiene que seguir unas normas reguladas para publicar algo, (Me gustaría conocerlas) porque yo, publico y cuelgo lo que me da la gana, claro que visto lo visto, (Mi total y absoluta falta de criterio) miedo me da que el jurado pase por mi blog.
Recuerdo muchos casos de grande poetas que fueron satanizados por los críticos, entre ellos Catulo y Tomas Segovia, ambos dos poetas maravillosos y dijeron, (Los bienaventurados críticos) pestes de ellos.
Esto, no es una defensa de tu texto,(cosa que me parece innecesaria) es una defensa de mi derecho a que me guste algo y a ser rarita por supuesto.
Un beso y un saludo muy afectuoso al señor anónimo.

cristal00k dijo...

Y digo yo, que para opinar con tanto "conocimiento de causa" debe leerte a menudo... aunque por lo visto no le guste... A ver si el masoquista va estar en otro lugar lejos de aquí.
Lo que está claro, es que para gustos, colores. Y los que publicamos con los comentarios abiertos, estamos al albur de que nos sucedan cosas como esta. No se puede gustar a todo el mundo. Es más, seguramente no es lo que buscamos en muchos casos Sr./a Anónimo/a. Eso sí, tenemos la gallardía de asumir las críticas sin escondernos detrás de "nada" y no borrarlas, cuando lo más fácil sería eso.
Por otra parte, le diré que más allá de gustos o tendencias, entiendo que no todo el mundo es capaz de acceder al significado o la belleza de una poesía o una prosa, que a menudo viaja en este lugar del conceptualismo al surrealismo. Hay que tener cierta preparación para ello, que no todo el mundo posee.¡Que le vamos a hacer!
En fin... amiga Gárgola, ojalá el comentario viniese tras mucha cafeína, pero creo que ha sido tras mucho "tanino"... aunque no el bastante, para hallar el suficiente valor para sacar a un pusilánime del anonimato y dejarlo con nombre y apellidos.

Un placer como de costumbre, leerte y pasarme por aquí.

P.D.: Tiene este lugar el valor añadido de que su autora, escribe en un idioma que no es el mismo en el que piensa, ni siquiera en el que se expresa.

I. Robledo dijo...

Verás, querida Gárgola, veo una grande, abajo a la izquierda…

A su derecha, subiendo por un caminito, veo cinco…

Despues, en la zona del medio, algo a la derecha, veo otras dos mas grandes…

Tambien veo a mi amiga Angeles, con excelente criterio, arreando palos a diestro y siniestro… Y luego veo a nuestra amiga Cristalina, ayudando a pegar palos… Un abrazo a las tres… Se tengo que acercarme a ayudar a recoger los destrozos del estropicio, contar conmigo… Ya sabeis lo que se dice: “El que rompe, paga y se lleva los cascos…”

Me reitero en lo del abrazo triforme…

Sergio Astorga dijo...

Gárgola este comentario fue realizado mirando hacia el oeste, a eso de las cinco pasado meridiano y puedo afirmar que tuve una visión por demás descafeinada, por motivos de hábito, encontrando al final una doble hélice girando energúmena.

Abrazos omega tres.
Sergio Astorga

Inuit dijo...

Señor anónimo.
Opinar es libre y bienvenida sea la libertad de expresión, pero me temo que tenia usted tres pueblos más allá de etílico cuando se atrevió a ....
El día que usted nos muestre lo que sabe o puede hacer y nosotros podamos opinarle descarnadamente, entonce, algo de lo que pueda escribir como opinión podrá tener algún derecho.
Ánimo exuberante, creativa e inmensa Gárgola
Inuits

Lúzbel Guerrero dijo...

¡Enhorabuena KELVIN!, la imagen es de lo más expresiva de los efectos de la cafeína, substancia de la que no podría prescindir; y sin embargo, reconozco que presenta picos incómodos de gestionar
El texto no lo he entendido, al menos desde una visión figurativa y en pleno síndrome de abstinencia del café mañanero
Lo intentaré mañana en pleno subidón

Se lo ha currado tanto que ya me he perdido en el intento de desentrañar el método usado en la imagen
Cuando tenga tiempo y ganas cuéntemelo
Besos corazón