jueves, 11 de junio de 2009

Límites reducidos o la finitud de lo inabarcable

'En cualquier formalización consistente de las matemáticas que sea lo bastante fuerte para definir el concepto de números naturales, se puede construir una afirmación que ni se puede demostrar ni se puede refutar dentro de ese sistema.’
............................................................................................... Kurt Gödel 1906-1978





Substraigo de la reminiscencia de la flor
ademanes matemáticos
Para deducir la hipótesis de lo bello

La tarde inocua,
fluye sin permisos ni licencias
Axiomas que justifican alguna incertidumbre

Recurro a los avatares,
disfraces de sensatez cartesiana
Litigio con marcos escurridizos

Empiezo a derivar
Conjuntos, sistemas
Juicios abisales

…y sigo el recorrido del guarismo
Inabarcable aunque circunscrito
Sésil en un mar de dudas

Me distraigo un instante

Araña impávida
que recrea la unidad modular
en su recreo y oficio

Oficio liturgias inasibles,
pesquisa de la respuesta verdadera
Singulares razones plurales

Un pez que se muerde la cola
La mano que dibuja la mano
Caballo montado por dos jinetes

Intento buscar más allá del accidente,
significado prolífico para alentados dilemas
Cual proporción inestable

Si llego al fondo de la cuestión
Descubro otra pregunta
que me mantiene vertiginosa

Al margen de los malabarismos numéricos

Tropiezo en un concepto
Que no logro entender
in [finito]









Nota:

Este poema ha empezado a gestarse hace mucho tiempo, en un paseo inolvidable en el que yo enseñaba a mi querido Tío Vicente, la ciudad de la que me había enamorado. Algún día, intentaré escribir sobre él; era aquél tío que si no lo has tenido, a todos nos habría gustado tener. Un genio estrafalario, que tanto podía organizar un rescate de una avioneta en Groenlandia, como hablar de algoritmos de transmisión de datos por ordenador vía teléfono, cuando Internet era tan sólo una entelequia.

Aquél día, entre mi paso apresurado y sus piernas cansadas, cargando con algo de sobrepeso, me siguió, ilusionado con lo que yo le enseñaba (pobre… le hice sudar la gota gorda). Discurría sobre una infinidad de temas fascinantes, las conexiones entre la música y las matemáticas, los fractales y la teoría del caos u otras historias más prosaicas, aunque no menos sustanciosas… De eso ya hace muchos años.
Tío Vicente ya navega por otros mares situados en desconocidas dimensiones, yo ya no vivo en aquella ciudad; pero de tanto en tanto me vienen retales de aquella tarde calurosa. Al final del día, me quería regalar un libro - Gödel, Escher y Bach: un Eterno y Grácil Bucle de Douglas Hofstadter. Escher y Bach, me gustaban pero de Gödel sólo sabía que había sido un ilustre matemático. El libro no lo encontramos y al final me regaló La Teoría del Caos de James Gleick (que aunque sea un libro fascinante, resulta un poco difícil para los no duchos en el tema).
Hace unos meses, por uno de esos ‘azares’ de las búsquedas por palabras, topé con ‘los Teoremas de la Incompletitud de Gödel’; aunque todo eso para mí era y son palabras mayores, me quedé con la esencia del tema (intuición de poesía en estado puro), fermentando una idea en mi interior.
Hace unos días, tuve la gran suerte de conocer el blog de Enrique Sabaté, y el poema que había publicado entonces, me conectaba otra vez con los Teoremas de Gödel. A partir de un comentario que le dejé, Enrique me lanzó un reto en forma de soneto, a lo que yo, por lo temeraria que soy, recogí.
Así, después de muchas vueltas salió la finitud de lo inabarcable que dedico al Tío Vicente y a Enrique.
Gracias

18 comentarios:

Enrique Sabaté dijo...

De todo esto mi buena amiga cibernética hay mucho que decir.

Lo primero gracias en mi nombre y si me lo permites también en el nombre de tu tío Vicente, no diré que has logrado la cuadratura del círculo que eso sería explicar lo que Gödel y su teoría no alientan sino sencillamente has dado con las palabras adecuadas, in-finito, "la mano que dibuja la mano," algo que el zen intenta no definir, somos y no, quizá pero perfectos, te leo con ganas.

Simpre hay una pregunta en la sucesión de enigmas planteados.

Un abrazo y de nuevo gracias.

josé luis dijo...

Desde mi ignorancia me atrevo a decir unas palabras.
Matemáticas y realidad, espacios naturales y números, búsquedas y encuentros, nuevas preguntas hasta dónde imagino que se puede llegar. Más allá hay muchas más que no acierto ni a hacerlas, no hay respuestas desde este lado. Y en todo aparece ese pozo lleno de infinitud, con el que juegan los mismos matemáticos sin conocer todo su calibre. Pero ellos saben que tienen que contar con él, como un número más. Para la poesía ese espacio ínfimo tiene más connotaciones, no es solo lo que aparenta ser. No sabemos exactamente lo que hay en ese vacío lleno de misterios. Es el gran desconocido...Tal vez desde el arte, la poesía y desde la misma ciencia se puedan ir barruntando sus espejismos.

TORO SALVAJE dijo...

Es una delicia leerte.
El poema me ha gustado (hay que leerlo con detenimiento), y más aún la evocación de tu tío.

Besos.

Justine dijo...

Um caminho de palavras feito pelos universos misteriosos do conhecimento; descobrir esses mistérios através da poesia; o privilégio de teres tido um Tio Vicente.É um prazer partilhar tudo isso contigo:))

Antonio Martín Bardán dijo...

Jeje, amiga Gárgola, me encanta tu poema. Y me sonrío porque una vez más volvemos a "los misterios". ¿Recuerdas cuando hablábamos de los misterios?
Por cualquier camino, sea poético o matemático, siempre llegamos a tropezarnos con los límites de lo insoluble, de esa esfera incomprensible que incluye todo lo que tiene nombre y lo que no lo tiene.
Más allá sólo está el océano, una mar demasiado grande para que la mente pueda definirlo.
Ya lo dijo la poeta, tú: in (finito).

Un recuerdo para tu entrañable Tío Vicente, que ya camina por esos senderos, y un saludo también para Enrique Sabaté, que anda por aquí.

Y para ti, amiga, un abrazo de flores blancas, que en su humilde silencio lo están diciendo casi todo...

isis de la noche dijo...

precioso amiga...

Cosas tan bellas ven la luz cuando, siedo una de aquellas florecillas, de repente tomamos conciencia de que pertenecemos a un inmenso jardín!

Instantes en que hablamos todos los lenguajes, comprendemos todas las cosas, nos sumergimos en la totalidad de la vida..


Y vibramos... en sintonía con el infinito.

Un abrazo inmenso, mi queridísima amiga!!

Malena dijo...

Mi querida Gárgola: Te encantan los retos y a mí que los aceptes, aunque eso supone que debo leer el poema cuatro veces, aunque ya sabes que eso es lo normal cuando leo tus poemas porque no quiero perderme nada y quiero entenderlo en toda su plenitud (cosa que muchas veces no consigo :) )

Voy por la tercera lectura. Al final tendré que llamarte y decirte: ¡Gárgola, ¿verdad que quieres decir esto? y es que donde hay confianza...

Gracias al Tío Vicente donde se encuentre y a Enrique Sabaté por inspirarte.

Besos y rosas para tí, mi querida Gárgola.

Malvada Bruja del Norte dijo...

Serendipia mezclada con tu tío Vicente y Enrique.

En cuanto al poema: Un verdadero fractal.

Besos.

ybris dijo...

Un gran tío tu tío Vicente.
La verdad es que el teorema de la incompletitud de Gödel da para todos los poemas que queramos.
En el fondo remite al misterio de lo indemostrable ni irrefutable de un modo formal a partir de ciertas formulaciones.
Cosa que ya la vida nos había demostrado.

Besos. (Ya te vi por el blog de Kike y me encantó)

Anónimo dijo...

Un lenguaje de mucha calidad y las imágenes de tus versos son excelsas. Te lo aplaudo.

Enrique Sabaté dijo...

Ahora que vuelvo a releer tu poema siento y pienso que es de una gran sabiduría, bastante Zen, "la mano que dibuja la mano".

Gracias por felicitarme por mi cumpleaños.

Un fuerte abrazo.

Rebecca dijo...

Very nice poem (and explanation) The pic is great too.

Lúzbel Guerrero dijo...

¡Estooo... !, lo que dijo REBECCA

cristal00k dijo...

Dejando aparte la belleza acostumbrada de tus letras, te diré que la Nada o el In-finito, son solo Arcanos de esta dimensión, a los que Gödel o su amigo Einstein se acercaron de forma increible. Pero la realidad que el ser humano puede percibir es una capacidad muy discutible y relativa. Al menos en esta dimensión.Fue de los primeros en plantear el viaje en el tiempo.

Que nada pasa por casualidad es sabido. Tu tío Vicente tenía que ser tu tío y el de nadie más, en ese momento concreto de tu tiempo... ¿sí?

Y en otro orden de cosas, cuando sea capaz de sacarme de encima esta indolencia inexplicable y si tú lo tienes a bien, me acercaré a tu magia y a la de tu ciudad.

Un abrazo fuerte niña de cristal de roca.

alkerme dijo...

He de decir que los números y yo no hemos hecho jamás buena pareja pero si son el pretexto para que surja algo tan bueno como estas letras tuyas, me inclino. Me gusta saber de las historias que envuelven las historias, los versos, las letras, saber de ese motor que impulsó mano o cabeza.

Al final todo se parece “al pez que se muerde la cola, a la mano que dibuja la mano, al caballo montado por dos jinetes ...o llegar al final de una cuestión para encontrar una nueva pregunta”

Gracias, gracias por el apoyo, besos también.

fotosbrujas dijo...

senti esa sensacion de infinito mirando estas fotos, hola compañera
saludos un trabajo magnifico de veras

CARLOS dijo...

saludos Gragola llego a tu bolg gracias a un brujo rebote y tengo que decirte que tus fotoas ne general me han gustado bastante..sobre todo los paisajes espectaculares..seguire pasando.
salu2

Verónica E. Díaz M. dijo...

No sé qué es más bonito... si la nota o el poema en sí, el todo es bellamente inabarcable...

Gracias a todos los implicados

Saludos