martes, 12 de agosto de 2008

El cobijo del abrazo


Photo by: D. Shobert

Indago la palabra cierta cuando no existe alivio,
subterfugio del caos.
Desasosiego
La incomprensión del que ya no se puede ver ni tocar,
y persiste latente, pulsando, gritando
En algún lugar recóndito,
que algunos osaran llamar substancia o alma,
otros, simplemente entrañas
Dudas
La memoria como única salida
perpétua el momento fúgido,
insiste en eternizar todo lo que recicla la tierra
más allá de las limaduras de estrellas
Aunque que no seamos aún capaces de entender
y sólo se palpe el vacío del que ya no está

Lágrimas

2 comentarios:

Gárgola dijo...

Un poema cuándo lo regalas a alguien, ya no es tuyo... pero si no hay respuestas, el silencio otorga… lástima que no haya arribado la oferta: pero perdura la esperanza de que alcance a otros que reciban el abrazo

JR dijo...

Los poemas siempre son hijos descarriados, salen a la calle de cristal, y se encuantran reflejados en los otros...acaso no es lo que se intenta?
tu eres una Poeta...
tendrás siempre respuesta en el calor que dejas en el corazón de alguno que llamas desagradecido.
besos.