Allá estaba el murete
Más adelante las escaleras
Allá estaba la plataforma
Mar vacío
Bar desierto
Corazón lacrado
Todo pasa desatinado
Y los maniquíes siguen sentados en el borde del abismo
Ángeles colgados del techo del Bar
Huecos
Mar desierto
Bar lacrado
Corazón vacío
En el encuentro del fantástico
La unión de los excesos
Primor de los acabados oclusos
En la mesa la misma reunión
De siempre
Mar lacrado
Bar vacío
Corazón desierto
I.R. 1980
3 comentarios:
Entro en tu blog y me encuentro con un espacio alucinante. Tus palabras... tus poemas. Descubro una ventana desde la cual diviso un mar de calmas y tempestades.
Mar lacrado....
intento verlo así, intento capturarlo en una mirada abierta y sin remitente, enviartelo para que veas la furia del Neptuno más malvado
pero quien le invita al bar Vacío de mi causa?...
eres genial.
Todo pasa desatinado
Y los maniquíes siguen sentados en el borde del abismo
Ángeles colgados del techo del Bar
Huecos...........¡cuanto maniquí suelto por la vida!
Agradezco tu comentario y paso a recorrer tu tiempo y, él, me dice que tu tiempo es el mío.
Un beso guapetona.
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